Ofrece La Fregeneda un abanico amplio de posibilidades de actividades en sus campos y ríos. Desde descender por la carretera hasta el Muelle en bicicleta con un recorrido de diez quilómetros salvando un desnivel desde los 400 metros de las tierras llanas hasta los 130 del Muelle. Algunos caminos (el de Duero, el del Río, el de la Peña Redonda, etc.) son aptos para bicicletas de campo. 

          Cualquiera de los recorridos presentados puede hacerse a pie. El recorrido por la vieja vía férrea  es de especial interés. Es posible, con el debido permiso, visitar los restos de la vieja mina de estaño y darse un baño en el chorro de aguas termales sulfuradas, que desde hace décadas corre de un sondeo minero.

          La Fregeneda tiene muchos lugares donde se pude acampar al aire libre: en las Eras colindantes con el casco urbano, en algunos parajes junto a los ríos e incluso en los aledaños de la vieja estación de ferrocarril.

          Se practica la caza en sus respectivas épocas (existe una asociación de cazadores): jabalí, conejo, liebre, perdiz, codorniz, y otras especies de ave.  Allí donde se pueda acceder a las márgenes de los ríos Águeda y Duero se puede practicar la pesca, actividad muy ancestral en estas tierras ya que consta la existencia de varios cañales de pesca hoy impracticables y de lugares de pesca de anguilas.

          En los primeros meses del año y según el clima, el paseo por el campo le permite al caminante buscar regajo, berros, espárragos, cardillos, setas y hierbas aromáticas (tomillo, poleo, romero, orégano). Merece especial atención la posibilidad de disfrutar del campo cuando los almendros florecen (durante el mes de febrero). Por estos primeros meses (hasta mayo aproximadamente) las temperaturas suaves permiten ir de merienda por cualesquiera de las rutas indicadas.